"Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por herencia conforme a su distribución según sus tribus; y la tierra descansó de la guerra." Josué 11:23
Después de 40 años en el desierto, Israel entró en la tierra y comenzó un período corto pero intenso de guerra. Principalmente leemos de una serie de batallas en que los habitantes de la tierra les atacan a los Israelitas e Israel derrota a sus enemigos. Pero me gusta la última frase del versículo: ""la tierra descansó de la guerra"". En nuestra vida espiritual, estamos en un período intenso de guerra, y muchas veces las batallas vienen porque nuestro enemigo, el enemigo de nuestro Dios, nos ataca. No buscamos solamente defendernos y sobrevivir, sino confiemos en Dios para que nos dé victorias diarias en las batallas. No obstante nos espera un día en que finalmente descansaremos en victoria, cuando, según 1a Corintios 15:26 "el postrer enemigo que será destruido es la muerte".
Hasta entonces sigamos buscando la ayuda de Dios en cada batalla. Que Dios nos dé las fuerzas para mantenernos firmes en la lucha.