«Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.» (1 Samuel 13:14)
En este capítulo, empezamos a ver los fallos en el carácter de Saúl. Cuando precipitó y ofreció el sacrificio antes de la llegada de Samuel, demostró que no era un hombre “conforme al corazón de Dios“. No tenía paciencia para esperar a Dios ni tampoco el compromiso firme de obedecer, no importa la circunstancia. En vez de ser un hombre conforme al corazón de Dios, Saúl andaba conforme a su propio corazón, haciendo lo que bien le parecía en cada situación, siempre con una excusa y una justificación. Realmente, Saúl ilustra bien el lema triste del libro de los jueces: «cada uno hacía lo que bien le parecía» (Jueces 21:25b). Por lo tanto el Señor lo desechó. Saúl perdió su oportunidad de ser usado por Dios para liderar a su pueblo tanto nacional como espiritualmente. Nuestra tendencia natural es andar conforme a nuestro propio corazón, hacer lo que nos parezca. Pero si vivimos así estamos en grave peligro de alejarnos de Dios y perder la oportunidad de ser usados para su gloria. En Cristo podemos ser transformados para que seamos personas conforme al corazón de Dios.
Como dice Pablo en Gálatas 5:16, Andemos hoy en el Espíritu para que no satisfagamos los deseos de la carne. (David Bell)