¿Si ya no estamos bajo la ley, podemos hacer lo que queramos? En realidad Pablo aborda una pregunta práctica y está yendo al fondo, a los motivos de nuestras acciones diarias. ¿Estamos obligados a leer la biblia y orar ahora que no estamos bajo la ley? ¿Si ya no tenemos miedo de que Dios nos deseche por nuestros fracasos morales o espirituales que la ley define, será que vamos a poder vivir como a Dios le agrada? ¿Podemos entonces, vivir en libertinaje ya que no estamos bajo la opresión de la ley? La respuesta del apóstol es simple ¡En ninguna manera!