En la hermosa ciudad de La Paz, en Baja California, se cuenta que existe un alma en pena que ronda por las calles del centro. Es un pequeño niño, no mayor a metro y poco más de altura, con ojos grises y cabello cenizo. Su tez blanquecina nos hace suponer que es un alma en pena, o un espíritu que atormenta a los transeúntes. Puede que te quite el dinero, o la vida misma.