Ocurrió en Colombia. En un instituto escolar. Johana, la joven más avezada en temas paranorales y metafísicos, enseño a un grupo de sus compañeras a jugar a la Ouija, con las adecuadas instrucciones y el correcto procedimiento de invocación y despedida a los espíritus.
Pero las amigas, en un afán de contactar con un actor famoso fallecido recientemente, organizaron una megasesión de Ouija con 20 participantes. Dicha sesión se salió de control y terminó en numerosos casos de histeria, posesión, somatizaciones y demás síntomas extraños.
Aquí el relato.