Dicen que ocurrió en Teocaltiche. Pintoresco pueblo de la región norte de Los Altos de Jalisco.
Y es que una nolle lluviosa de mayo, atípica de suya, un par de incautos jóvenes fueron invitados a escuchar misa en el Templo de San José, al refugio de la lluvia torrencial.
El resto, fueron momentos de terror y misterio.