En el Hospital General de Cárdenas, en Tabasco, se dice que hay un par de enfermeras que se aparecen de súbito, para confortar y dar los últimos apoyos a enfermos deshauciados y solos.
Ellas son Delfina y Ofelia, que en un pasado no muy lejano trabajaron en dicho hospital. Hasta que la tragedia de una llevó a las dos a una misión que superó su estancia en esta tierra.