¿Satanismo, esoterismo, brujería? Eran las dudas que acechaban a todos los habitantes de la Colonia Matamoros, cuando contemplaban a algunos de sus vecinos entrar a la vivienda de Federico.
Tres imágenes dos velas y sustancias psicoactivas acompañaban a los rituales de esas sesiones. Y una de esas imágenes correspondía a la de un ser monstruoso, no identificable por los asistentes.
Todo culminó en un trágico final, el 12 de diciembre de 1990, como podrán escucharlo en la segunda parte de esta entrega.