Culminamos con lo mejor de este 2022 con el tercer relato más escuchado.
Ahora consideradas como un espacio de esparcimiento, incluso como un mirador, los cerros de las mesitas tuvieron hace años una referencia siniestra.
Y es que dicen que por aquellos lares, se escondían unas brujas que durante el mes de octubre se dedicaban a raptar niños de brazos, para sacrificarlos.
Pero los lugareños, los vecinos de la Unión de San Antonio, supieron acabar con la maldición.