ORANDO LA PALABRA
16 de Diciembre
ÚNICAMENTE
SALMO 102:20
Tú escuchas el gemido de Tu pueblo que anhelaba ser libre y soltar a los hijos de la muerte para experimentar la vida.
ORACIÓN
Nadie interviene como Tú, Señor. La intervención, es únicamente Tuya. Tú no solo nos libras de los problemas, sino que utilizas lo que podría habernos destruido para hacernos más fuertes y enseñarnos Tu fidelidad. Justo cuando creo que entiendo Tus caminos, me aturdes con Tu poder infinito y autoridad ilimitada. Liberas la gloria de Tu presencia en las naciones, respondiendo a su anhelo de verdadera libertad, y nunca serán las mismas. Incluso sus líderes quedarán aturdidos por la forma fascinante en que respondes a la oración. Las generaciones venideras leerán los testimonios de Tu fidelidad y declararán Tus alabanzas. Nuestros destinos están hechos a mano en el cielo: cada uno de Tus hijos está infundido con atributos raros y costosos. Nadie ha quedado fuera. Señor, oro por aquellos que aún tienen que descubrir los tesoros escondidos de la vida contigo. Libéralos de las ataduras de la duda y la incredulidad; déjalos conocer la incomparable alegría de experimentarte. Amén.