ORANDO LA PALABRA
3 de febrero
DESPIERTA LA TIERRA
¡Que se alegren todos los amados de Dios! Sí, que todos se regocijen en tu presencia y se dejen llevar por la alegría. ¡Déjalos reír y estar radiantes de alegría!
SALMO 68:3
Dios, no puedo evitar regocijarme cuando te veo cabalgando sobre las nubes y despertando la tierra. ¡Seguro que sabes cómo hacer una entrada! Sabía que vendrías. Tus enemigos se dispersarán atemorizados, pero tus amados se dejarán llevar por la celebración. Eres nuestro Padre, nuestro Amigo, nuestro Campeón, el Dios de mayor gloria y poder. Tú revives al cansado, acompañas al solitario y envías lluvia revitalizante sobre las tierras resecas. Nos conduces por el desierto y nos das alegría en lugar de luto. ¡Tú eres nuestra libertad, nuestro Dios Santo que irradias una dicha contagiosa! La angustia y la desesperación no se pueden encontrar en tu presencia. Eres el impulso que nos hace seguir adelante. Llenas los cielos, sacudes la tierra y muestras tu poder para que todos lo vean. Llévanos a las alturas del cielo. Déjanos volar contigo sobre magníficas montañas. Juntos irradiaremos belleza, brillando como el oro y resplandeciendo como la plata a través de tu sacrificio en una cruz de madera. Amén
