ORANDO LA PALABRA
4 DE MARZO
UNGIDO PARA REINAR
Me nombraste Rey y me rescataste una y otra vez con tus magníficos milagros
SALMO 18:50
ORACIÓN
Nadie cumple sus promesas como Tú, Dios. Has desbloqueado las cadenas que me mantenían cautivo, lo que me ha permitido tener una vida de victoria. La culpa y la vergüenza caen como hojas sin vida, que cubren el suelo, solo para ser pisoteadas. La forma en que me has transformado no es más que un milagro. Me envuelves con gracia, así que todos los que están delante de mí saben que Te pertenezco. En Tu presencia, ascenderé a las alturas de la gloria con total confianza porque soy Tuyo y Tú eres mío. Ayúdame a recordar lo que me has enseñado: que mi arma más poderosa contra el enemigo es adorarte. Mientras lo hago, con toda mi atención centrada en ti, caerá a mis pies en silencio y se encogerá de temor. Es Tu grandeza la que me da la victoria. Eres misericordioso y bondadoso . Me tratas como a un rey y me ungiste para reinar. Te honro por el favor que me has dado. Aunque las naciones pueden servirme y obedecer cada una de mis palabras, cantaré Tus alabanzas con total abandono y haré que todos sepan que te lo debo todo, Mi Salvador y Señor. Amén