ORANDO LA PALABRA
9 de diciembre
TODO A LA VEZ
SALMO 32: 5
¡De repente la culpa de mi pecado desapareció y toda mi pena desapareció!.
ORACIÓN
Padre nunca lo supe, durante tanto tiempo caminé con dolor y frustración, mi alma devastada por las cosas que guardé dentro, el pecado que me separó de Ti. Pero no te darías por vencido estás exponiendo mi corazón y ofreciéndome libertad. No fue hasta que me negué a esconderme y finalmente reconocí mi pecado que el dolor desapareció. ¡De repente, la culpa y la miseria desaparecieron por completo! Esto es lo que haces por nosotros. Por eso es que pones Tu mano pesada y traes convicción a nuestros corazones. Que mi vida sea un reflejo de esta revelación. Que la alegría que continuamente se derrama de mis labios encienda una chispa de esperanza en otros, para que también se vuelvan hacia Ti. Mientras mantenga mis ojos en Ti, guiarás el camino. Mientras caminamos juntos en el camino de la vida, estaré rodeado de Tu amor. Amén