La asignación presupuestaria de recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), contemplada en la reforma al Presupuesto General de la República 2020, revela la debacle económica a la que se enfrenta esta institución en el 2021, según un especialista consultado por PRIMER ORDEN.
Desde el 2013, cuando el INSS experimentó su primer déficit, nunca había recurrido a un préstamo de algún organismo internacional para poder cubrir sus gastos, los que, según cifras oficiales, resultan excesivos, y uno de los principales factores, es la gruesa planilla de trabajadores a los que el INSS debe reconocerles honorarios por laborar en la institución.