La primera amistad ha de ser con uno mismo. Se nos enseñó a condenarnos. El amor a uno mismo se ha considerado un pecado. En realidad es el cimiento de los demás amores, su fundamento.
Es como si le dijeras a un árbol: "No te nutras de la Tierra; eso está mal. No te nutras de la Luna y del Sol y de las estrellas; eso es egoísmo y hay que ser altruista, tenés que servir a otros árboles".
Es lógico que si un árbol se comportase así moriría, no sería capaz de servir a ninguno y ni siquiera sería capaz de existir realmente.
Estos principios, estos conceptos han sido muy difundidos a través de religiones, disciplinas, filosofías y formas de pensar en todos los tiempos.
Debido a esto el árbol del hombre se ha encogido, ha perdido lustre, ya no puede estar contento.
Por eso la gente, aunque está desarraigada como un árbol fuera de la tierra, a veces intenta ser de ayuda a otros y no lo consigue porque ni siquiera ha sido amigable consigo.
Del libro “Día a día” de Osho Rajnesh
