A nuestro alrededor suceden muchas cosas que aumentan la tensión. Y también sucede que nuestra mente parece tener predilección por complicar las cosas más de lo necesario. Tenemos pánico a perdernos algo, a quedar atrás, a dejar cabos sueltos que desemboquen en un resultado negativo. La prisa es la energía circundante y, por desgracia, la pausa, el silencio y la calma parecen una utopía para la que ya habrá tiempo.
La aceleración, sin embargo, produce no pocas alteraciones físicas y psíquicas. El estrés, la ansiedad, se han instalado en la vida de las personas. Acabamos abrumados por preocupaciones porque ya no sabemos qué hacer para poner un poco de orden y de pausa.
En este podcast te propongo unos sencillos remedios que, ojalá, te resulten útiles.