Es curioso que muchas personas con estrés admiten, y se asombran, de que las sensaciones adversas se manifiesten precisamente en el tiempo libre: durante el fin de semana o vacaciones.
En esta situación es fácil ir cayendo, poco a poco, en una adicción al trabajo, ya que es en periodo laboral cuando la mente parece estar ocupada en otras cosas y la persona no se sienten tan mal.
Las vacaciones son, para algunas de estas personas, como un abismo plagado del pánico a no estar haciendo algo productivo. Miedo a la soledad, a la desconexión, al aburrimiento, a encontrar algo negativo una vez concluyan las vacaciones. En lugar de un tiempo para reponer, suponen para estos individuos una amenaza y una fuente de mucha tensión.
Si estás en esta situación o conoces a alguien que le suceda, esta sección de RNE "Gente al Desnudo" quizá te ayude.