¡Qué poquitas historias tenemos de la vida de Daniel! Estoy seguro que una biografía de él sería fascinante, pero tendremos que esperar al cielo para eso. Mientras tanto, nuestra responsabilidad es aprender, aprender de un hombre que no fue perfecto, pero que sin embargo fue un gigante de la fe. Así pues ¡Aprendamos entonces! (EH30)