Si pudiésemos clasificar por categorías los milagros de Jesús según su dificultad, ¡Este milagro seguro que estaría entre los más difíciles! Un cadáver humano, que después de cuatro días ya estaba en proceso de descomposición, volvió a la vida. Lázaro, exactamente el mismo que era antes, volvió de nuevo a estar entre los vivos. Qué final más poderoso para la serie de siete milagros que Juan nos narra en su evangelio. (EH39)