La continuidad del movimiento indígena depende de la transmisión de saberes ancestrales. La transmisión de estos conocimientos se ha dado a través de las mujeres indígenas, quienes han transmitido de generación en generación saberes ligados a la alimentación, la salud y la identidad cultural.
El profundo conocimiento de la naturaleza y su adecuado manejo se basan en técnicas ancestrales que les han permitido a los pueblos indígenas enfrentar el cambio climático, curar enfermedades y conservar la biodiversidad en sus territorios. La conservación y valoración de estos conocimientos representa un desafío para los gobiernos que intentan reconocer los saberes indígenas.