Mucho antes de festivales de varios días y carteles inmensos, a un inspirado DJ estadounidense se le ocurrió que, quizás, sería una buena idea juntar a algunas de las bandas con más ventas del momento en un solo escenario. El factor común sería el rock and roll, un nuevo ritmo que llamó la atención y movió los esqueletos de un amplio público juvenil. Andrés Kalawski y Paula Molina recuerdan este magno evento a la cuenta de 1, 2, 3, 4.