En esta emisión de Tiempo de Clásicos, hablamos del genio de la ciudad alemana de Bonn, uno de los más conocidos de la historia de la música clásica, Ludwig van Beethoven.
Nos sumergimos en su séptima sinfonía, compuesta entre 1811 y 1812, y que según los expertos, ha sido eclipsada por la Sexta Sinfonía, conocida como la Pastoral.
El célebre compositor alemán, Robert Schumann, escribió sobre esta séptima sinfonía: "Es la más alegre de las bodas; la novia es una doncella celestial con una rosa en su cabello: sólo una. Mucho me equivocaría si en la introducción no se produjera la reunión de invitados, saludándose unos a otros... si las alegres flautas no nos recordaran que en toda la villa... reinaba la alegría por causa de la novia".
Su estreno se produjo en Viena en 1813, en una gala a favor de los heridos de guerra austriacos y bávaros de la batalla de Hanau.
La obra, de unos 34 minutos de duración, se estructura en cuatro movimientos al modo de las Sinfonías clásicas. Comienza con un Poco sostenuto en el primer movimiento, después se embarca en un Allegretto y el ritmo alcanza su cénit en el tercer movimiento, el Presto. El último movimiento, el Allegro con brío, es una danza poderosa y energética, con la cual Beethoven nos muestra el clímax final de la obra.
Hoy vamos a escuchar el Allegretto, interpretado por la Orquesta Sinfónica Freixenet de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, dirigida por el joven Maestro colombiano Andrés Orozco-Estrada. Este concierto tuvo lugar el pasado 14 de noviembre en el Auditorio Nacional de España.
Que lo disfruten!