Entre 1960 y 1990, Cuba desarrolló una política exterior apropiada para una gran potencia mundial.
Hubo costos notables -- los muertos y heridos en guerras transoceánicas, y los sufrimientos de tantas familias. La prosperidad del país no fue la mayor prioridad de esa política exterior.
Desde los noventa, Cuba se abre al turismo y la inversión internacional. Moviliza su “poder seductor” – su música, sus científicos, la recepción de estudiantes internacionales, sus éxitos en salud pública y su envío de misiones médicas al exterior. Contenido Jorge Domínguez. Voz y producción Gloria Isabel Rodríguez Cortes