Crece magnánima
esta conspiración técnica
de marismas internáuticas/
que diluyen
anónimos corazones/
sin ojos/
sin piel/
y sin brillos estelares.
En quebradizo puente
(de alas perdidas en el éter)
sondeo el espacio
buscando tus manos...
Encuentro sólo dioses sin olfatos...
en esta ruta de ondas/
y vítreas fibras luminares.
Navego el asombro.
Informático paladar del corazón
que prueba cables
(tu piel acaso)
y testea
el dramático tiritar de transistores.
Están congestionados
(siento)
los chips del alma.
Esta herejía apocalítica
se zambulle en nichos
que transmutan
dudosos homo sapiens
en seguros homo stupidus.
De frente a la batalla van
desenvolviendo con perillas y remotos
a la belleza enbalsamada
de vestido fosforescente/
ensamblada en cañones tricolores
que rebotan/
al barrido electrostático
de catódicos/
rayos fantasmales.
...Se funden en la nada
espíritus y retinas.
Un cuerpo virtual bajo mis sábanas
me erecta
con sutiles electrodos programados/
y me mueve en un compás sinusoidal
que ya no sé/
si sabe a vida
o sabe a muerte.
AUTOR: Juan Carlos Luis Rojas