Ahora que ya vemos, oímos y hemos definido el sentido, la dirección y el punto de llegada, debemos continuar fortaleciendo y reforzando nuestro deseo de lograrlo, de llegar, por tal motivo debemos ser conscientes de nuestra conversación y lenguaje diario.
La declaración deberá ser específica, definiendo claramente lo que se quiere lograr, esto quiere decir que debemos decir fechas, montos, colores, olores, tamaños, nombres, tiempos, estados. Como ejemplo podríamos decir que sería como la ficha técnica de un producto, entre más claro y definido tengamos el diseño de lo que queremos, reducirá la distorsión y la interferencia para su logro.