"No le temo a la muerte, sino al olvido". Son las palabras de Yilmar González, joven boxeador afrocolombiano y jardinero del cementerio de Siloé. Este es el retrato de un “Súpergallo” de 56 kg, quién representa la esperanza de una comunidad que batalla contra de la violencia y el abandono del gobierno; un soñador que lucha por alcanzar sus metas, sin miedo al dolor ni a la muerte, pero sí a la derrota y el olvido.