A la hora de una ruptura amorosa, se vive una bomba de emociones. Jaime Sabines, en este poema, habla de tres etapas recurrentes en esos momentos. Primero la exteriorización del dolor junto con los intentos de huir de la realidad; segundo, el recuerdo de la persona amada; y tercero, la afirmación del amor y los intentos de reconciliación.