No sé si será la tendencia común pero en el momento en que decidí opositar ¡solo pensaba en el temario! Una vez revisada la lista con mis 72 temas de Lengua castellana y Literatura, ni si quiera me cruzó por la mente que opositar sería algo más (mucho más) que tener esos conocimientos teóricos sobre la materia que quería impartir.
Así, de golpe y porrazo, la legislación de la oposición y la del mundo de la educación entró en mi vida. ¿Tú también sufriste un shock ante ella? ¿La comprendes y manejas con habilidad o sigue siendo un enigma para ti?
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