Tras el estallido de la guerra en Ucrania, se han extinguido varios incidentes de ciberataques relacionados con Rusia. Los grupos de hackers como Anonymous también han reducido sus esfuerzos después de apuntar inicialmente a los las grandes empresas inmobiliarias y mineras rusas. A nivel mundial, los delitos cibernéticos continuaron aumentando durante todo el año, siendo la atención médica la industria más atacada por estos.