En este episodio del pódcast Yo debería ser flaca exploro la fatiga que muchas mujeres sienten ante la idea de invertir, una vez más, en algo que las ayude a superar su lucha con el cuerpo y la comida.
Han pasado por dietas, protocolos, inyecciones e incluso cirugías. Han sentido tantas veces que fallan, que la posibilidad de iniciar un nuevo proceso les despierta miedo y escepticismo.
Las entiendo profundamente. Pero también aclaro: en el pasado han intentado mucho de lo mismo.
Lo que propongo es un cambio de paradigma: una manera completamente diferente de relacionarse con el cuerpo y la comida.
No es fácil de “vender”, porque implica un trabajo interno profundo. Pero puede ser, justamente, lo que estaban necesitando.