La contaminación acústica está considerada como la contaminación invisible. Y a veces incluso, paradójicamente, recibe la denominación de “silenciosa”. ¿Por qué? Porque no se ve y porque en lugares con ruido de alta intensidad nuestro cuerpo se acaba acostumbrando al ambiente acústico contaminado.
De ello hablamos en este reportaje con la ayudad de varios expertos. Además, conocemos la historia de una persona que perdió audición de ambos oídos después de varios años trabajando al volante.
Si queréis ampliar información sobre este tema, podéis descargaros el Observatorio DKV de Salud y Medioambiente sobre ruido y salud.
https://dkv.es/corporativo/observatorio-ruido-y-salud-2012