En diciembre de 1965, se anunció la actuación de Oscar Natalio Bonavena, quien, aparte del boxeo, daba sus primeros pasos como intérprete de música beat. "No tengo nada de voz, pero me gusta cantar". De esa manera, desfachatado y desafiante, Ringo justificó, a sus 22 años de edad, ser un verdadero fenómeno mediático, que crecía en su carrera deportiva y alternaba con el canto.