Rodrigo Taramona lo tiene claro: la inteligencia artificial no es magia, pero sí se parece a un dragón. Una criatura poderosa que, si aprendemos a domar, puede darnos superpoderes.
Hablamos con el divulgador tecnológico sobre IA sin perder de vista lo esencial: seguimos siendo nosotros quienes elegimos cómo nos relacionamos, cómo creamos y, sobre todo, cómo cuidamos lo humano.
Porque la tecnología puede hacer muchas cosas, pero entender un silencio, una mirada o una amistad de verdad… sigue siendo cosa nuestra.