Para muchas culturas, la mortalidad es una de las principales cualidades que separa a la
humanidad de los dioses. Mientras que los humanos nacen, están sujetos a la voluntad de
la naturaleza y mueren, los dioses de los antiguos y los dioses de hoy, en general se
caracterizan por ser inmortales. Naturalmente, los primeros narradores de historias también
soñaban con formas de lograr la inmortalidad. De ahí que los humanos que alcanzan la
inmortalidad se consideran dioses o poseen cualidades similares a las de los dioses. La
fuente de la juventud, la piedra filosofal o la transmutación fueron eternos anhelos de los
hombres de todos los tiempos.
15-11-2025