Es una realidad: cada vez más personas son diagnosticadas como celiacas, es decir, son intolerantes al gluten. Ahora, un estudio ha identificado una conexión genética entre la enfermedad de la celiaquía y un tipo de cáncer raro, pero muy agresivo.
Y aunque a simple vista parezca una noticia negativa no lo es. O todo depende del cristal con que se mire.
Y decimos esto porque la investigación ayudará a identificar de manera precoz a personas de alto riesgo, que pueden desarrollar complicaciones clínicas graves.
La identificación por primera vez de esta conexión genética la han realizado investigadores de la Universidad de Granada y del Hospital Universitario de Málaga.