Corrían los años 70. Dos hombres fueron intercambiados por error al nacer, uno en el hospital general de Guadalajara y otro en el Val d'Hebrón, en Barcelona. Más de cincuenta años después reclaman tres millones de euros por el error que les alteró completamente la vida.
Es el importe máximo establecido por la Ley de Consumidores y Usuarios por daños que se puedan considerar irreparables.
Otro caso es de las niñas intercambiadas en 2002 en el Hospital San Millán de Logroño, del que tuvieron conocimiento casi 20 años después.
La Justicia condenó a la compañía aseguradora del Servicio Riojano de Salud a indemnizar con 850.000 euros a la joven que había sido intercambiada.