En la Copa del Mundo de 1994 una sola jugada desató uno de los momentos más trágicos en la historia del futbol mundial. En el partido de Colombia contra Estados Unidos, el defensa cafetero Andrés Escobar intentó cortar un centro en el área y mandó el balón a su propia portería, acabando con las aspiraciones de una selección que llegaba como favorita. 10 días después de la eliminación un grupo de personas se acercó al defensa para recriminarle haber marcado ese autogol. El futbolista cruzó algunas palabras con los provocadores que instantes después, dispararon a Escobar provocando su muerte.