Hay algo que siempre vuelve, que tiene que ver con el amor, hay una chispa que no se apaga cuando tenemos que sentir los seres humanos. *Por Julieta Rico - Instagram julietarico_ El tránsito por el Mundial me ha llevado a preguntarme: ¿Qué es lo que atraviesa a tantas personas? Vemos una Argentina reunida, unificada y sobre todo tomada. ¿Tomada por qué? O ¿Por quién? ¿Por Messi, el futbol, el asado, el fernet y la Coca Cola? Los argentinos siendo argentinos. Concurrimos meses nadando entre diálogos y emociones en las calles de cada localidad, en los bares, negocios; tardes de charlas entre amigos, vecinos y familias en las aguas del mismo tema. Las propagandas, las figuritas y sus intercambios entre niños, adolescentes y adultos, sin importar edades ni clases, camisetas sin importar si su calidad era original o de la esquina de la avenida más cercana, pero reunidos todos, con los mismos colores en cada rincón, llevándola con orgullo y una sonrisa en el rostro, a veces, mirando al cielo, con o sin señal de la cruz, y muchas tantas mirando hacia abajo agarrados de la cabeza. La televisión y los medios de comunicación hablando del mismo tema, del único. Sobre todo, de sentimientos, de amor, dolor e ilusiones. Ahora nos volvimos a ilusionar, ahora volvimos dice la canción, hay algo que siempre vuelve, que tiene que ver con el amor, hay una chispa que no se apaga cuando tenemos que sentir los seres humanos, cuando el cuerpo y el alma se reúnen y estallan en un grito, que tan solo lleva tres letras y una lagrima: gol. Desde el psicoanálisis el deseo es un movimiento, es la búsqueda misma, la pelota como el deseo, como aquello que los jugadores buscan continuamente y siempre se escapa, pero lo fundamental, es la búsqueda. Los seres humanos buscamos objetivos, queremos ser goleadores. Los seres deseantes entendemos que hay cosas que buscamos y se escapan de las manos, lo podemos notar cuando llegamos a cumplir algún objetivo, aquella meta que tanto queríamos “meter adentro”y pierde valor al poco tiempo de realzarla para no decir al instante, donde lo que queda es generar otra, escalar un paso más arriba, somos seres del deseo, por ende, seres en falta, ningún objeto de “satisfacción” tendrá la posibilidad de dejarnos en calma, de encontrarla. Nos encontramos en una continua búsqueda (de otra cosa), es la búsqueda por la búsqueda misma, la búsqueda que reúne, que hace lazo, que nos deja maquineando durante el día y la noche empapados de palabras para hablar, con ganas de ir al kiosco y encontrar figuras e imágenes de los que nos tiene presos de sensaciones , no solo eso, donde por un momento nos encontramos en el momento presente también, agarrado de la mano con el de al lado, y también viajamos al pasando recordando a los que ya no están, al Diego, a la gente que queremos, pisando el suelo de donde nacimos y de los que llegaran: por un momento, los tiempos se integran y la pelota avanza.