Una mujer que rompió esquemas, con tan sólo 17 años se fue a estudiar becada a África. Con el apoyo de una amiga logró pasar matemáticas gracias a que le traducía al portugués las clases y así aprendió también este idioma. Regresó a su natal Caracas, donde se graduó en Ingeniería mecánica, carrera que desempeñó en varios países, incluido México, donde, por un accidente afortunado y misterioso, llegó a TV Azteca. Estudió actuación a escondidas de su familia pero finalmente tuvo que enfrentarlos y vivió los 20 segundos más difíciles de su vida al confesarle a su padre que había dejado la ingeniería y había tomado el camino de la actuación y posteriormente la conducción de espacios de noticias. 20 segundos de silencio de parte de su papá la llevaron a hacer las paces con ella misma al dejar el sentimiento de culpa por haber abandonado la ingeniería, luego de que su padre le respondiera que si ella era feliz, él era feliz
La vida de Alejendra Molina es una muestra de la capacidad de transformación, de reinventarse a pesar de las dificultades de la vida.
