Listen

Description

Cuanto más nos identifiquemos con el don que Dios nos ha concedido,
con nuestros talentos y nuestra misión, más dispuestos estaremos a
luchar, cuando sea preciso, para cuidar y cultivar ese don. No nos
moverán el miedo, ni el peso de la obligación, sino el agradecimiento a
Dios, y el deseo de corresponder a su Amor. «La fe en el amor de Dios por
cada una y por cada uno (cfr. 1 Jn 4,16) nos lleva a corresponder por amor.
Nosotros podemos amar porque Él nos ha amado primero (cfr. 1 Jn 4,10).
Saber que el Amor infinito de Dios se encuentra no solo en el origen de
nuestra existencia, sino en cada instante, porque Él es más íntimo a
nosotros que nosotros mismos, nos llena de seguridad» (F. Ocáriz, Carta
pastoral, 9-I-2018, n. 4).