Los atenienses estaban muy contentos porque pensaban que, habiendo derrotado a los persas una vez, ya no debían tenerles miedo. Sin embargo, estaban muy equivocados. El gran rey había visto fracasar sus planes dos veces, pero aún no estaba dispuesto a rendirse en cuanto a la conquista de Grecia.
Al contrario, juró solemnemente que regresaría con un ejército más grande que nunca, y se hizo dueño de una orgullosa ciudad que lo había desafiado. Temístocles tenía sospechas de todo esto, por lo que urgió a los atenienses a reforzar su armada para poder estar listos para cuando volviera la guerra.
👉 Y recuerda: https://humanistasenlared.com/boletin/
Fuente: «La historia de los griegos», de Hélène Adeline Guerber, disponible en https://academialatin.com/cultura-griega/historia-griegos-guerber/