Como ya sabemos, Sócrates era un maestro. Sin embargo, no tenía una escuela al uso con pupitres, libros, mapas y pizarras. Sus discípulos se juntaban en su taller o en los frescos pórticos o bajo los árboles del jardín de la Academia.
Entonces, mientras martilleaba la piedra o mientras iba caminando lentamente de arriba abajo, el filósofo hablaba con sus discípulos tan amable y sabiamente que incluso los jóvenes más ricos y nobles de Atenas sentían orgullo de llamarle maestro.
🏺 «La historia de los griegos»: https://pacus.es/griegos
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Fuente: «La historia de los griegos», de Hélène Adeline Guerber, disponible en https://academialatin.com/cultura-griega/historia-griegos-guerber/