Filipo, rey de Macedonia, tenía un gran defecto: bebía demasiado y a menudo se le nublaba el juicio y caminaba haciendo eses. Es difícil tenerle respeto a un borracho, y todo el mundo se burlaba de Filipo cuando estaba en ese estado.
Incluso Alejandro, su propio hijo, sentía gran desprecio por él cuando se deshonraba de aquella forma, y una vez que vio a su padre tropezarse y caerse tras una de sus parrandas, exclamó con desdén:
—¡Mirad! Ahí está el hombre que está listo para pasar de Europa a Asia, y aun así no es capaz de pasar del sofá a la cama.
🏺 «La historia de los griegos»: https://pacus.es/griegos
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Fuente: «La historia de los griegos», de Hélène Adeline Guerber, disponible en https://academialatin.com/cultura-griega/historia-griegos-guerber/