Como Tulo Hostilio había muerto, los romanos quisieron elegir a un nuevo rey, y pronto eligieron a Anco Marcio, un nieto del bueno y piadoso Numa Pompilio, que les había gobernado tan bien. El nuevo gobernante era también muy sabio y bueno. Aunque no pudo mantener la paz con todos sus vecinos, como había hecho su abuelo, nunca fue a la guerra excepto cuando se vio obligado a ello.
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Fuente: «La historia de los romanos», de Hélène Adeline Guerber, disponible en https://academialatin.com/cultura-romana/historia-romanos-guerber/
