Los conspiradores estaban tan asustados después de matar a Calígula que huyeron a toda prisa sin pensar tan siquiera en un sucesor. Entonces los soldados comenzaron a deambular por el palacio abandonado, esperando encontrar algún botín; y uno de ellos se encontró a Claudio, el tío de Calígula, que estaba escondido tras una cortina.
Este Claudio no solo parecía ser un cobarde, sino también medio tonto, y se había escondido allí porque creía que los conspiradores lo matarían a él también.
👉 Y recuerda: https://humanistasenlared.com/boletin/
Fuente: «La historia de los romanos», de Hélène Adeline Guerber, disponible en https://academialatin.com/cultura-romana/historia-romanos-guerber/