La oración representa el esfuerzo del hombre para comunicarse con un Ser invisible, Creador de todo lo que existe, Suprema Sabiduría, Fuerza y Belleza, Padre de Todos y cada uno de nosotros.
Lejos de consistir en una simple recitación de fórmulas, la verdadera oración representa un estado místico en que la conciencia se absorbe en Dios.