En virtud de la Voluntad y el Libre Albedrío que Dios otorga a Sus Hijos, los Seres son dueños y responsables de sus pensamientos, aspiraciones y reacciones y pueden mantener sus pensamientos, aspiraciones y reacciones - es decir su vibración acorde con la Ley o contra la Ley, es decir pueden vibrar positiva o negativamente.