Si solamente hubiesen de aceptar aquello que su mente está capacitada para comprender, no sería necesaria la Fe. La Fe se les pide para que acepten y realicen aquello que se les indica desde lo Superior, aunque todavía no puedan captarlo íntimamente. Las explicaciones necesarias les llegarán cuando - espiritualmente y mentalmente - estén mejor capacitados para comprenderlas. Todos los conceptos que la humanidad deberá practicar como normas de vida, los recibirán en la Obra del Cristo.