¿Sientes que tu valor depende de lo que otros dicen de ti? Este mensaje es un recordatorio poderoso de que tu identidad y dignidad ya fueron selladas en la cruz. A través de la historia impactante de la mujer sunamita, descubrirás que no eres lo que perdiste, ni lo que lograste, ni lo que opinan de ti. Eres lo que Dios ya declaró sobre ti: amado, valioso, redimido. ¡Este aguacero de amor puede cambiar tu perspectiva para siempre!