En este episodio hablamos de la pérdida colectiva de la imaginación. Vivimos pegados al celular, en promedio ocho horas al día, consumiendo contenido rápido y listo para tragar, sin espacio para el aburrimiento ni para inventar algo propio. Entre ironía y autocrítica, exploramos cómo esa costumbre nos está volviendo un poco zombis y qué significa para lo personal y lo colectivo. La invitación es simple: recuperar el silencio, dejarnos aburrir y volver a encender esa chispa creativa que tanto necesitamos.